El nombre del empresario Wenceslao Bunge comenzó a sonar fuerte en las últimas horas para ocupar el cargo vacante de la Embajada argentina en España, que están sin representantes luego de los cortocircuitos del presidente de ultaderecha Javier Milei con el gobierno del presidente socialista español Pedro Sánchez.
Wenceslao Bunge es un empresario e inversor, hijo del histórico vocero del fallecido empresario postal Alfredo Yabrán, del mismo nombre. Durante el menemismo, Yabrán fue acusado por el entonces ministro Domingo Cavallo, de ser un jefe mafioso.
Yabrán se suicidó en mayo de 1998, luego de que se dictara su orden de captura por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, quien fue el primero que lograra fotografiarlo. Ese retrato fue tapa de la revista Noticias.
En ese contexto, el vocero del polémico empresario era Wenceslao Bunge, quien lo defendía de las acusaciones de Cavallo en los canales de televisión. El ahora candidato a embajador, que se llama igual que su padre, vivió en España varias décadas y fue CEO del Credit Suisse en ese país, entre otras empresas.
La versión de su desembarco en la sede diplomática española se escuchó con fuerza por estas horas en la Feria Internacional de Turismo (FITUR), que se lleva a cabo en Madrid hasta el 26 de enero, según supo la Agencia Noticias Argentinas.
Del evento participa el país con un stand propio y hasta allí viajó el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli.
En diciembre pasado, el Gobierno, ya con Gerardo Werthein como canciller, se decidió por el diplomático Alejandro Alonso Sainz como embajador en España, pero en enero dio marcha atrás y el nombramiento no se concretó.
El cargo se encuentra vacante desde fines de noviembre, tras la salida de Roberto Bosch, quien le siguió a Ricardo Alfonsín al frente de la embajada española durante el gobierno de Alberto Fernández.
El futuro embajador tendrá la tarea de acercar posiciones con el gobierno de Sánchez tras la contienda abierta de inicios de 2024, aunque desde hace algunos meses se pudieron detectar señales de paz desde ambos lados.
El enfrentamiento alcanzó su punto máximo cuando Sánchez, luego de frustradas solicitudes de disculpas por los dichos de Milei sobre su esposa, retiró a su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez. Tiempo más tarde, Sánchez nombró a Joaquín María de Arístegui Labordea.