Amaravati, la ciudad inteligente de la India que no pudo ser

Por culpa de la pandemia y la crisis económica mundial, la ciudad destinada a ser un centro administrativo de Amaravati tuvo que frenar su obra. Lo que prometía ser una de las ciudades más innovadoras en relación a la sostenibilidad terminó siendo un ejemplo teórico.

Innovar en búsqueda de soluciones inteligentes que permitan mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de todo el planeta tiene sus riesgos, entre ellos, que todo falle es una de las posibilidades. El caso de Amaravati, la ciudad inteligente modelo de la India es un claro ejemplo de esto.

Todas las iniciativas que han surgido durante los últimos años tienen el sueño de poder convertirse en polos tecnológicos y modelos sustentables a seguir por las grandes ciudades. En ese sentido aquí en Utopía Urbana hemos visibilizado proyectos diversos en todo el mundo y con variados grados de avance como los casos de Eko Atlantic City (Nigeria) y Konza City (Kenia) ambas africanas, Masdar City (Emiratos Arabes), NEOM y Oxagon (Arabia Saudita), Woven City (Japón), Aspern (Austria), Telosa (Estados Unidos), Cancun Smart Forest (México), Nueva Santa Cruz (Bolivia), +Colonia (Uruguay) o mismo Songdo (Corea del Sur). 

En el caso de Amaravati, se trata de una megaciudad sacada de las películas de ciencia ficción y diseñada por el estudio británico Norman Foster, que tenía grandes expectativas pero solo han quedado en el intento. 

La idea era construir una ciudad administrativa que sea parte de la original Amaravati, ubicada a poco menos de 15 minutos de este nuevo proyecto. Para ello diseñaron un esquema repleto de edificios, para los que habían determinado estándares de sostenibilidad basados en la gestión energética, la administración de los residuos y la distancia de las zonas residenciales

Al tratarse de una ciudad situada a las orillas del río Krishna, la vegetación en la ciudad ha aflorado con cierta facilidad, permitiendo que se cubra un total del 60% de su superficie con árboles autóctonos. De esta manera, los 217 kilómetros cuadrados de territorio ocupados por la construcción tendrían un perfecto balance verde que permite reducir la temperatura en las calles gracias a la capacidad de capturar carbono de estos bosques. 

Desde el estudio explicaron que trató de algo premeditado y estudiado, ya que no conciben una ciudad sustentable sin la totalidad verde cubierta, Esto claramente debe estar impulsado por la elección de estrategias sostenibles dentro de la gran ciudad. 

Basado en el concepto de la ciudad de los 15 minutos la intención es que solo circulen por allí vehículos eléctricos, scooters, bicicletas y taxis acuáticos. De esta manera usarán los brazos del río para transportarse de manera segura y descarbonizada. Además la generación de bicisendas por todo el espacio facilitará el acceso a ciclistas y monopatines. 

CENTRO ADMINISTRATIVO

La intención de los funcionarios de Amaravati en alianza con los gestores de este proyecto era poder diseñar algunos edificios claves para el desarrollo de la política gubernamental: la asamblea legislativa y el complejo de tribunales superiores, junto con varios edificios de la secretaría, donde se encuentran las oficinas de la administración estatal.

Estos serán diseñados de acuerdo a los parámetros de sostenibilidad, con generadores de energía solar en los techos que a su vez estarán conectados a la red pública para reducir los gastos de consumo. 

Además contará con tierras cultivables que serían cedidas a quienes la trabajen y permitirán regenerar los suelos y mejorar la calidad de alimentación de los ciudadanos hindúes, siendo respetuosos con su cultura agrícola ganadera por excelencia. 

Desde los diseñadores buscaban que sea una ciudad de fácil acceso, ya que al tratarse de un centro administrativo se espera que las personas entren y salgan durante el transcurso del día de modo que se genera un círculo contraste de flujo de tráfico bien distribuido. 

NO PUDO SER

La intención de los funcionarios y diseñadores del centro de Amaravati tuvieron que quedarse con las ganas de ver su ciudad en pie, al menos de momento ya que la obra, que fue iniciada durante los meses previos a la pandemia, se vio truncada justamente frente al inesperado escenario planteado por ese flagelo. 

Por un lado, los daños que el coronavirus le hicieron al planeta y en particular a la región significaron un gran letargo en las actividades de la construcción. Por otro lado, la dificultad económica que tuvieron que afrontar les impidió a los funcionarios y también a los diseñadores, continuar con la gestión de este proyecto. 

No está descartada aún su continuidad, aunque de momento solo sirve como un gran ejemplo de cómo debe construirse y gestionarse una ciudad futurista con bases tecnológicas y sostenibles dispuestas en coordinación para mejorar la calidad de vida de los individuos. ¿Te gustaría que se continúe con esta ciudad?

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