El punto de conflicto se basa en que, como parte del programa para contener la inflación, y que contempló también a los alimentos y las naftas, el ministro de Economía había dispuesto un congelamiento de precios por 90 días, período que iba de agosto a septiembre inclusive.
Las compañías sostienen que la medida se dio solo en forma de anuncio, y que no hay nada oficial que las obligue a contener sus tarifas.
Lo que buscará Massa ahora es que la postura de las empresas de medicina privada no termine por generar otros problemas.
La opción menos conflictiva -dentro de este panorama- que plantean las prepagas es la de cobrar copagos por determinados servicios, algo que de hecho ya ocurre en algunos casos.
Otras opciones
Pero también aparecen sobre la mesa la idea de judicializar el tema y congelar los aranceles que pagan a los prestadores, algo con lo que clínicas y sanatorios no quieren saber nada, y lo que también terminaría ocasionando serios inconvenientes en la prestación del servicio.
Las prestadoras comunicaron que "de acuerdo al Decreto 743/2022 y a la Resolución 2577/2022 del Ministerio de Salud de la Nación, incrementaremos el valor de nuestros planes asistenciales en forma mensual. En consecuencia, el incremento a aplicar para el mes de octubre de 2023 asciende a un 6,97%, respecto al valor del Plan de Servicio Vigente al 30 de septiembre de 2023.
El domingo pasado -como parte de la serie de anuncios que lanzó para diversos sectores- Massa dispuso la suspensión por 90 días del aumento de la medicina prepaga para las familias con ingresos que no superen los $2 millones mensuales.
Desde 2022, el aumento de las cuotas de las prepagas se establece según la variación del índice de costos de salud, que es elaborado y publicado por la Superintendencia de Servicios de Salud.