En un movimiento sin precedentes, las 27 plantas que abastecen al corte obligatorio de gasoil con biodiesel han suspendido sus operaciones. En una carta conjunta enviada a la Secretaría de Energía de la Nación, las asociaciones que representan a estas empresas, CEPREB, CASFER y CAPBA, solicitan una corrección urgente en el precio de venta del biodiesel debido a la reciente variación del tipo de cambio, que ha aumentado en un 22% desde el pasado viernes.

La carta enfatiza la gravedad de la situación y sus consecuencias potenciales. Si el precio de venta del biodiesel no es actualizado rápidamente, las operaciones se vuelven inviables desde una perspectiva económica.

Aducen que los ingresos en pesos generados por la venta no son suficientes para cubrir los costos de producción, que en un 90% están dolarizados, lo que amenaza la continuidad de las empresas y los miles de empleos directos e indirectos relacionados con esta industria crucial.

La preocupación va más allá de la economía empresarial. La carta advierte sobre los impactos en la salud pública debido al deterioro de la calidad del aire, así como la falta de cumplimiento de las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del país, comprometidas en el Acuerdo de París. Este acuerdo internacional, con rango superior al de las leyes nacionales al ser un pacto suscrito por el Congreso, se ve amenazado por la falta de acción.

La falta de previsibilidad también impacta negativamente en la inversión en investigación y desarrollo de tecnologías más eficientes para la producción de biodiesel, lo que pone en riesgo la capacidad de la industria para innovar y adaptarse en un mundo en constante cambio.