Economía: caída de la recaudación, quita de subsidios y presión del FMI

“Todos sabemos que este modelo económico ortodoxo de ajuste permanente no termina bien. Hay un deterioro del entramado productivo y de la expectativa social y muestra que el fin está más cerca”, analizó el economista Juan Enrique.

La recaudación del Estado nacional alcanzó los 15,6 billones de pesos en noviembre, lo cual implicó una reducción en términos reales de los recursos que recibe en fisco del orden del 8,6%, según informó la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). La caída de la recaudación se explica principalmente por las bajas generalizadas de retenciones a la exportación a diferentes productos primarios y por el estancamiento de la economía.

 

 

 “Se conoció el dato de la recaudación de noviembre que cayó en términos interanuales un 8,6% y ocurrió como consecuencia de la caída de la actividad económica. Además el Gobierno le regaló ingresos al sector agroexportador, que también hizo que cayera. Cuando analizás el aumento a los combustibles líquidos, vemos que aumentó el precio de la nafta y a la vez aplicaron el impuesto que antes no aplicaban. En cambio, la caída de Bienes Personales deja ver la transferencia que hay: no pagan impuestos los ricos y si pagan todos los consumidores de combustible, en todo hay transferencia a las mayorías”, evaluó el economista  y contador Juan Enrique. La caída de la actividad económica de noviembre confirma una tendencia negativa en la recaudación tributaria (baja en la recaudación fiscal, especialmente en el IVA y las retenciones, y en datos de empleo) y un retroceso en sectores clave como el consumo y la construcción.

 

 

En su análisis también consideró que “los mercados financieros están siguiendo de cerca las revisiones del Fondo Monetario Internacional y el cumplimiento de metas y no se está cumpliendo la acumulación de reservas. Se está poniendo nervioso el sistema financiero que a la vez observa que la economía no se reactiva, que hay desempleo y cierre de industrias”.

“Todos sabemos que este modelo económico ortodoxo de ajuste permanente no termina bien y ya se ve el final. Hay un deterioro del entramado productivo y de la expectativa social y muestra que el fin está más cerca”, enfatizó.

 

 

Paralelamente, el Gobierno de Javier Milei confirmó que a partir del 1° de enero entrará en vigencia un nuevo esquema de subsidios energéticos que elimina la segmentación por ingresos y redefine la asistencia estatal en luz, gas y garrafas. La medida reducirá de manera drástica el volumen de consumo subsidiado y deja a casi la mitad de los hogares sin bonificaciones. El Gobierno admitió que la medida responde a la necesidad de achicar el gasto público para cumplir con las metas fiscales acordadas con el FMI. “La quita de subsidios total de de luz y gas a partir del 1° de enero implica que el Gobierno deja de invertir en términos productivos para 2026 y representa 1000 millones de dólares que les saca a los consumidores de la clase media para dárselo a un pequeño sector agroexportador. Todo esto va a generar un descontento social cada vez más profundo”, planteó el economista.

A su vez estimó que la menor recaudación impositiva impacta en la coparticipación. “Hay un círculo vicioso que lleva a un ajuste permanente. El mercado ve que no se están cumpliendo las metas y que hay emisión para financiar el tesoro”, agregó.

Finalmente, Juan Enrique sostuvo: “Queda claro que cerramos uno de los peores años económicos de los últimos años,  con cierre de pymes y desempleo. Diciembre es una época donde los argentinos buscan estabilidad pero el endeudamiento llevará a que el aguinaldo se evapore. Va a ser complicado el 2026”.

 

 

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