
Empezó a presentarse en cultivos del Norte del país, donde es más habitual, y luego se expandió hacia la región Centro y Litoral, donde está haciendo una cobertura “nunca antes vista”. Asimismo, aseguran que está presente en otras partes del país, por ahora, con menor incidencia.
El monitoreo de la “chicharrita” no es sencillo debido a su tamaño, movilidad y localización, principalmente en cogollos u hojas nuevas. Los especialistas recomiendan acercarse cuidadosamente a monitorearlas evitando cambios de luz, ya que eso las altera, se mueven y no se las puede visibilizar. No obstante, aclaran que la sola presencia de “la chicharrita” no indica necesariamente la aparición de la enfermedad.
Uno de los principales signos de presencia de esta plaga es el achaparramiento del cultivo. Recomiendan observar: inicialmente se ve clorosis en los márgenes de las hojas más nuevas y manchas rojizas o purpúreas, amarillentas en las hojas más viejas. Cerca de la floración masculina se pueden ver plantas mal desarrolladas, macollos o enraizamiento excesivo y espigas estériles. También afecta al número y peso de granos.
El monitoreo de la “chicharrita” no es sencillo debido a su tamaño, movilidad y localización, principalmente en cogollos u hojas nuevas. Los especialistas recomiendan acercarse cuidadosamente a monitorearlas evitando cambios de luz, ya que eso las altera, se mueven y no se las puede visibilizar. No obstante, aclaran que la sola presencia de “la chicharrita” no indica necesariamente la aparición de la enfermedad.
Uno de los principales signos de presencia de esta plaga es el achaparramiento del cultivo. Recomiendan observar: inicialmente se ve clorosis en los márgenes de las hojas más nuevas y manchas rojizas o purpúreas, amarillentas en las hojas más viejas. Cerca de la floración masculina se pueden ver plantas mal desarrolladas, macollos o enraizamiento excesivo y espigas estériles. También afecta al número y peso de granos.