Por ejemplo, los privilegios hacia la histórica empresa contratista OSSA SRL por la adjudicación de contratos con el privilegio de no haberse presentado a un proceso licitatorio, dejando en evidencia relaciones que perjudican la imagen del directorio de Aguas Santafesinas que brinda el servicio de agua potable más caro de Latinoamérica.
Un poco de Historia
Tras las desastrosas privatizaciones de la era menemista, donde un grupo de empresarios trasnacionales se apropiaron de los recursos y servicios en Argentina, el gobierno Peronista de Santa Fe recuperó en 2006 la empresa de agua, saneándola patrimonialmente para ponerla al servicio de los usuarios. Durante la década de gestión socialista el traspaso institucional dejó consecuencias muy altas que pagan cientos de miles de santafesinos. El costo del agua más caro del continente sudamericano se paga en la provincia de Santa Fe.
A finales de 1995, la Dirección Provincial de Obras Sanitarias (DiPOS) quedó en manos de una gestión privada que se encargó de barrer al personal que consideraron como “un recurso humano remanente”.
Con la idea de no descartar a los trabajadores sanitarios, se decidió bregar por la construcción de una cooperativa dispuesta a ofrecer mano de obra calificada para la atención de las necesidades de la nueva empresa.
A la sombra del sindicalista Oscar Barrionuevo se creó una SRL, de nombre OSSA, dedicada a brindar servicios de instalación de obras hidráulicas entre otros trabajos que como contratista ofrecería sus servicios a la nueva empresa constituida. Ese fue el principio de la caída de un servicio público que fue cambiando poco a poco su lógica dedicada a brindar agua potable a toda la ciudadanía, a ser una empresa que buscaba generar ganancias.
Durante el Gobierno de Obeid, allá por el 2006, la recuperación de ciertos derechos de los trabajadores fueron recuperados con la instalación de una propuesta de empresa semi-privada con aportes de capitales públicos y su directorio fue quien reguló el destino de la actual ASSA. Luego del paso Socialista por la gestión provincial, muchos puestos importantes de trabajo fueron ocupados por “amigos de aquella gestión”, y sin decirse políticos tomaron muchas decisiones que desfavorecerían el curso de la clase trabajadora.
OSSA, la contratista que trabaja con el privilegio de no licitar
“OSSA SRL fue una empresa montada con el sudor y las lágrimas de muchos despidos” ofrecía su testimonio Ricardo, un jubilado sanitarista que, según él se cansó de alimentar el caldo gordo de aquellos argentinos vivos y oportunistas.
Es lógico que el testimonio de Ricardo, como el de muchos de aquella época, conmueva a muchos sanitaristas que hoy lo escuchan hablar. Su palabra encierra decepción y desencanto. Cuenta también que durante esa época se pensó en no dejar a nadie sin trabajo y la movida generada con la constitución de esta nueva empresa hizo insostenible las economías de muchas familias de colegas con gran experiencia en el rubro sanitario. “Sin un salario les resultó muy difícil continuar su deseo de sostener una cooperativa que brindara su trabajo, porque lógicamente nunca harían pasar hambre a sus hijos”.
Mucho después, durante la gestión socialista muchos de estos trabajadores tuvieron que seguir peleando por ofrecer su trabajo frente al de una contratista que ya tenía resuelta sus contrataciones de antemano y sin licitaciones públicas gracias a estos “amigos de la gestión” del Ing. Miguel Lifschitz, y el Dr. Hermes Binner.
OSSA SRL una gerencia no blanqueada de la gestión socialista
“Una gestión de 12 años no se renueva tan fácil” debió haber pensado Omar Perotti al momento de sostener algunos personajes que se dicen neutrales a la hora de tomar decisiones.
Hoy ASSA se encuentra cediendo un terreno de su propiedad en el que la empresa contratista se aloja sin pagar un centavo.
Otra cuestión son las instancias de contratación directa, en su mayoría llegan a valores astronómicos para una empresa con tan pocos empleados como lo es OSSA. En el año 2018/19 sus “contratos” llegaron a la suma de los 42 millones de pesos anuales. Esto muestra que, quienes hoy administran la economía de esta empresa no dudan en otorgar a una contratista una pseudo gerencia y el poder de control sobre las actividades de Aguas Santafesinas que raya grotescamente la entrega patrimonial.
Hace pocos días, el Directorio de ASSA no solo aprobó sin instancias licitatorias y de manera unánime la continuidad de los contratos de OSSA por 25 millones de pesos para continuar realizando servicios, sino que además otorgó nuevos trabajos por 9 millones de pesos. Luego de la herencia de cargos de personal jerárquico continuado del gobierno Socialista y los escándalos de las adjudicaciones con prestadoras evasoras como Brumont S.A. la diputada provincial de Juntos por el Cambio, Ximena Sola, pidió la suspensión de la licitación. Frente a todos estos conflictos la gestión de Perotti debe replantearse la idea de seguir sosteniendo estos agentes que desprestigian la imagen de una gestión que supo presentarse como distinta.
Fuente: Jacobo Benoniel