El pedido del encuentro se motivó en un proyecto de Anahí Schilbelbein, del bloque Radical, que plantea revitalizar y rediseñar el área comercial de esa arteria neurálgica en la vida económica de la ciudad.
El ex titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso, transmitió su mirada sobre el proyecto y sobre la realidad de una calle emblemática que lleva 102 años de actividad en Rosario. “Hay una obsesión de que no entren más coches en San Luis, cuando es una calle que le da vida a Rosario y que aumenta los ingresos impositivos y el dinero en las arcas municipales”, afirmó y consideró que la arteria tiene reconocimiento nacional e internacional.
“Que nosotros nos opongamos a que saquen el estacionamiento y se amplíen las veredas no es un capricho sino queremos mejorar nuestras empresas y recordar que calle San Luis es un foco de crecimiento y desarrollo”, dijo y afirmó: “Hay problemas con el acceso a la zona por el transporte público”. Como solución consideró que, si bien se perdió la posibilidad de construir un subterráneo en Rosario y que se había proyectado durante la intendencia de Luis Cándido Carballo, se puede instrumentar un tren de cercanía o un monorriel y “pensar en la ciudad a lo grande”.
Sí consideró que se hace urgente el arreglo de las veredas porque las roturas generan accidentes a los transeúntes, además de mejorar la calidad de las plazas, e incluir baños públicos en ellas, ya que actualmente no los tienen.
Con respecto a la “peatonalización”, entendió que solo funciona en días determinados o festivos.
Por su parte, Begoña Amatriani, de la misma asociación, dijo que la gente llega a esa zona comercial desde los alrededores de Rosario, para lo cual el estacionamiento es imprescindible, ya que lo necesitan –también muchos comisionistas– para retirar la mercadería. Afirmó que no permanecen en la calle estacionados durante mucho tiempo si no que rotan de manera continua.
Para Gonzalo Ortigala, de la misma asociación, las modificaciones logísticas que implicaría sacar el estacionamiento vehicular, contribuiría a que los clientes migraran a otros centros comerciales del país como Flores o La Salada, entre otros.
Según consignó, de la actividad de calle San Luis dependen 44 mil personas o 10 mil familias, entre propietarios y empleados.
El comerciante cuestionó la inclusión de carril exclusivo –aunque la autora luego aclaró que esa estrategia de movilidad no está contemplada en el proyecto original, y recordó “los desastres económicos que generaron los carriles en calles como Santa Fe y Maipú”.
“Estamos pasando por una crisis económica tremenda, similar a la de 2001. Estamos muy mal además hay que sumarle el dengue, la inseguridad, los punguistas, los amigos de lo ajeno. No es momento para un cambio como este”, afirmó.
La autora del Proyecto, Schibelbein, aclaró que mucho de los cuestionamientos planteados no están contemplados en el proyecto original que tiene 24 artículos. “La idea es ponerle el hombro a la calle San Luis”, argumentó la concejala del bloque Radical, quien se refirió al horario actual de carga y descarga y a la necesidad de ordenar la venta ambulante que ocupa la vía pública, punto en el que coincidieron los comerciantes.
Con respecto a las veredas, explicó que actualmente no son transitables para personas con movilidad reducida o para quienes la caminen con un cochecito de bebé o niños.
“Lo último que pretendemos hacer es combatir a calle San Luis, sino al contrario”, fundamentó la edila.
En la reunión también estuvo presente el presidente de la Asociación de Calle San Luis, Miguel Ángel Rucco.
Hacia el final, la presidenta Gigliani propuso continuar el debate en una próxima reunión especial, por fuera de los encuentros habituales de la comisión a fin de llegar a acuerdos. “Este es un proyecto presentado por una concejala, aún no está aprobado y tendremos la posibilidad de seguir debatiéndolo”, aclaró