BOCA aplastó 5-0 a Newell's en la Bombonera y volvió al triunfo después de tres partidos, quedó como líder de la Zona A del campeonato y se metió en los puestos de clasificación directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores en la Tabla Anual.
El primer gol llegó a los 7 minutos con una buena subida de Juan Barinaga, que envió un centro preciso de zurda y encontró la cabeza de Milton Giménez, quien la puso contra un palo y desató la locura de La Bombonera.
El cerrojo de cinco defensores de Newell’s le dio a Boca el espacio para trasladar y tocar sin problemas en la mitad del campo, con el rival buscando cortar recién cerca de su zona defensiva.
Por la misma vía del primero, estuvo cerca el segundo del Xeneize a los 15 minutos, con otro centro de Barinaga que no pudieron conectar ni Giménez en el primer palo ni Miguel Merentiel en el segundo.
La pasividad de la marca de la Lepra llevó a que los jugadores de Boca se sintieran cada vez más cómodos en el campo y una gran jugada colectiva por la derecha con varias combinaciones y paredes estuvo a poco de dejar a Giménez frente al arquero.
La conexión Barinaga-Giménez fue la más peligrosa en la primera mitad y entre ellos se inició el segundo gol. El lateral tiró un pase bombeado al 9 que amagó en el área descargó al medio con Merentiel, que remató y el arquero más el palo le negaron el tanto, pero el delantero marcó su doblete en el rebote.
El partido y el fútbol de Boca vivió y creció en los pies de Leandro Paredes, quien fue tan dueño de la pelota que hasta se dio el lujo de darle como souvenir un balón pinchado a un afortunado hincha en la tribuna baja.
Cuando parecía que el segundo gol había bajado las revoluciones de Boca llegó el tercero a los 32 minutos. Ayrton Costa inició la jugada en el córner izquierdo y terminó definiendo en el área chica tras una serie de rebotes y buenas atajadas de Juan Espíndola, que salvó su arco de Velasco y Giménez pero no pudo ante al defensor.
El partido se desordenó un poco y la Lepra tuvo una chance importante con un remate que pasó muy cerca de Carlos González. Pero luego de cerrar con un poco de parsimonia, Boca logró rápidamente el cuarto gol en el inicio de la segunda parte con un poco de fortuna.
Gimenez quedó mano a mano frente a Espíndola, lo eludió pero quedó sin ángulo, tras descargar con Lautaro Blanco su centro se desvió y se terminó metiendo por un cabezazo de Brian Aguirre, quien pidió disculpas por su pasado en Newell’s.
A los 14 minutos llegó un momento especial. Lautaro Blanco avanzó con balón dominado y al no encontrar resistencia decidió rematar con potencia, superando una floja respuesta del arquero para anotar su primer gol en Primera División, ante el clásico de toda la vida del club de sus amores y celebrando con la pelota bajo la camiseta.
La abultada ventaja le dio chances a jugadores que no venían teniendo minutos como Exequiel Zeballos y Ander Herrera, quien estuvo más de 100 días recuperándose de diferentes lesiones.
Y fue el 7 quien estuvo a punto de anotar el sexto, pero Espíndola se agigantó y le negó el gol. El futbolista español estuvo cerca de anotar un golazo, pero su remate desde fuera del área se fue desviado.
Boca siguió buscando el sexto hasta el final, haciendo levantar a la gente a aplaudir una actuación muy destacada. Como no podía ser de otra forma, el más aplaudido fue Paredes.
El rendimiento del equipo Xeneize fue sólido en todas las líneas, incluyendo a los centrales, que si bien no tuvieron mucho trabajo ganaron los duelos con González en el primer tiempo y Darío Benedetto en la segunda mitad.