A días de estrenarse la serie “Ringo. Gloria y Muerte”, su nieta Valentina Scarinci Bonavena sostuvo: “Hay una historia que merece ser contada”.


Oscar Natalio “Ringo” Bonavena no sólo fue un destacado y consagrado boxeador de peso pesado, su personalidad carismática lo llevó también a participar de programas de televisión, a cantar y actuar. “Su vida fue corta, pero agitada y hay una historia que merece ser contada” dijo su nieta Valentina, ya que fue asesinado a los 33 años. No obstante, su legado quedó para siempre: “Él mismo decía lo fuerte que era, los vaivenes nunca no lo desalentaron”.

Antes del estreno que se realizará el 24 de marzo por la plataforma Star +, Valentina Scarinci Bonavena detalló que están viviendo con ansiedad y emoción el inminente lanzamiento: “La semana pasada la producción nos mostró los dos primeros capítulos, nos gustó y nos emocionamos mucho, salimos todos llorando. Siempre es fuerte revivir las anécdotas, en mi caso yo no lo conocí a mi abuelo, pero siempre es fuerte. A mi mamá y a mi tío les habrá tocado otra tecla (Adriana y Natalio). Estamos ansiosos por seguir viéndola”.
Ringo Bonavena se inició en el boxeo amateur en la década de los 50 en el club Huracán, pero recién a mediados de los 60 y 70 alcanzó su mayor popularidad. En 1964 tuvo sus primeras ocho peleas, de las cuales ganó todas, una por decisión unánime y las otras siete por knock-out. Su gran desempeño lo llevó a ganar el título argentino de peso pesado en 1965 y el 7 de diciembre de 1970 enfrentó a Muhammad Alí en el Madison Square Garden, en una pelea sumamente recordada, un hito del deporte mundial. La revista The Ring lo clasificó tercero en el ranking mundial de peso pesado entre 1968 y 1970. Su registro como boxeador fue de 58 peleas ganadas, 9 perdidas y 1 empate.

“Siempre digo que fue un distinto, tuvo una vida corta pero agitada y hay una historia que merece ser contada, más allá de lo mediática y de lo que todos conocemos. Hubo un esfuerzo muy grande de parte de él y de la familia, eso se va a mostrar en la serie, y está bueno que se sepa, mi abuela fue fundamental en su camino”, relató Valentina en una entrevista exclusiva con INFOROSARIO.
“Yo tomé dimensión de lo que generó mi abuelo cuando fui más grande, los papás de mis compañeras me decían «— no me digas que sos la nieta de… —» y me contaban muchas anécdotas que fui recolectando y me fui dando cuenta de lo que había generado él, más allá de que ya era un personaje polémico en las anécdotas familiares” comentó.

En relación a la serie, destacó que fueron consultados y hubo un aporte importante de la familia: “Sin spoilear nada se cuentan muchas cosas que no habían salido tanto a la luz, como por qué terminó mordiendo a un boxeador, eso no fue muy visible y en base a eso no pudo pelear acá y por eso fue a EE.UU. Va a estar linda la serie y para nosotros es un honor”.

“Para mí es un ejemplo, veo su pelea con Alí y me quedo boquiabierta de lo que aguantó, de cómo se la bancó y fue para adelante como en la vida. Él mismo decía lo fuerte que era, los vaivenes no lo desalentaron. Es un referente, cuando boxea veo más que a un boxeador, veo a una persona aguerrida, yendo al frente, con pasión y eso es lo que a mí me transmite” destacó Valentina sobre su abuelo.

De hecho, ella y sus hermanos practican boxeo. Valentina confiesa que no era muy amante del deporte pero empezó a practicarlo hace 2 años en el marco de una reunión familiar: “Mi hermano Emiliano tiene la bolsa y con mi otro hermano Santiago estaban pegándole y decidí probar. Empecé patadura, pero le tomé el gusto y lo disfruto. Nos dicen que lo tenemos en la sangre”. Y es cierto.
La última pelea profesional de Oscar Bonavena fue el 26 de febrero de 1976, en Reno (Nevada, Estados Unidos), donde ganó por puntos en 10 asaltos al norteamericano Billy Joiner. El 22 de mayo de ese mismo año, fue asesinado de un disparo al corazón por Williard Ross Brymer, guardaespaldas del mafioso Joe Conforte, quien había sido representante de Bonavena. Cuatro días después, 150.000 personas lo despidieron en el Luna Park.

“Siento que me acompaña. Quiero seguir aprendiendo y perfeccionarme para el día de mañana poder pelear. Es un camino muy difícil, tengo 24 años, trabajo, estudio, entreno, trato de hacer todo. Encontré en el boxeo mi momento de paz, hoy es lo que me hace poder encontrarme conmigo misma, es mi terapia. Tengo ganas de seguir aprendiendo y el día de mañana me gustaría hacer una exhibición” agregó Valentina.
Finalmente dio un mensaje de motivación: “Siempre hay que intentarlo, es sacrificado y un camino largo, pero como siempre digo: sin prisa, pero sin pausa”.