“Queremos un mercado justo, leyes claras y que todos tributemos el mismo porcentaje”, manifestó Omar Negri, presidente de la Cámara Argentina Nacional de Empresas Tabacaleras (CANET)


“Todo arranca por una ley que todos la cuestionamos que tergiversa cómo se calcula un impuesto y se malinforma que nosotros no queremos pagar, y no es así, nosotros pagamos y las empresas que forman CANET -si las dejaran trabajar- estarían tributando más de mil millones de impuesto interno por mes al Estado”, sostuvo Omar Negri, presidente de CANET, la Cámara que nuclea y representa a cuatro empresas tabacaleras de distintos puntos del país.

Por la Ley 27.430 de Reforma Tributaria de 2017 se sustituyeron las tasas de impuestos internos correspondientes a productos como cigarrillos, transformándolo en un importe fijo actualizable por la inflación. También introdujo la figura del impuesto mínimo para los cigarrillos como a otros productos de tabaco. La reforma fiscal fijó la alícuota de impuestos internos a los cigarrillos en 70%, con la potestad del Poder Ejecutivo de subirla hasta 75%.
Una resolución de la AFIP (5113/2021) impuso un aplicativo virtual que estableció el procedimiento para la determinación e ingreso de los impuestos internos y del adicional de emergencia a los cigarrillos.
A raíz de dicho aplicativo, el impuesto mínimo excede el 70 por ciento que es lo que tributan otras empresas, avasallando el principio de igualdad y además superando el precio de venta de su producto.
“Discutimos cómo se calcula porque tiene algo inconstitucional porque hace que una PyME pague 200 o 300 por ciento cuando una empresa de primera línea paga el 70 por ciento. Decimos que todos paguemos el mismo porcentaje, así de sencillo”, explicó Negri. “Luego sacaron un aplicativo que también entendemos que es inconstitucional que no permite autodeterminar el impuesto, lo que hace es calcular contemplando ese mínimo y es algo que ni siquiera recaudan y es impagable. La empresa tiene un precio donde no carga ese impuesto, no lo transmite y no lo cobra, ergo no lo puede pagar porque nunca lo recaudó y si lo pagara cierra la empresa porque perdería su patrimonio”, informó el titular de CANET.
En consecuencia, una empresa obligada a pagar un impuesto que supera a los ingresos por ventas de sus productos, se torna inviable. Ahora esperan una respuesta judicial para que ese aplicativo no les afecte, ya que podría derivar en el cierre de las empresas y pérdida de puestos de trabajo.
“Estamos pidiendo orden, que respeten a las PyMES, que paguemos todos el mismo impuesto y que se elimine este aplicativo para que cada empresa haga una autodeterminación del impuesto. No queremos favores, ni que nos subsidien, sólo queremos que nos dejen trabajar y que haya igualdad”, enfatizó.
Asimismo, el presidente de CANET destacó que “la ley trata de hacer que todos salgamos a competir en el mismo segmento de precio cuando eso es totalmente inconstitucional. Esto no existe en ningún otro rubro y lo que decimos es que cada uno tenga su propio nicho de mercado y pagar el mismo porcentaje todas las empresas, competir en un negocio justo y que todos tengamos las mismas reglas”.
Por otro lado dejó en claro: “Lo cierto es que si las empresas cargaran ese impuesto mínimo al precio y quisieran vender ese producto, el consumidor no lo compraría” y agregó que “no es que de pronto el consumidor va a tener más dinero para comprar un producto más caro”.
“Esta es nuestra lucha, estamos esperando las decisiones judiciales, esperamos Justicia, que nos permitan trabajar y que la AFIP entregue los instrumentos a las empresas que usan de excusa el no cumplimiento del aplicativo. Nosotros tenemos como Cámara a miles de trabajadores que además son cabeza de familia o sea que se multiplican por cuatro las personas que podrían estar afectadas” subrayó.
Entre trabajadores directos e indirectos son más de 5000 las personas que tienen en riesgo su puesto laboral: “Estamos expectantes minuto a minuto, día a día estamos esperando y haciendo presentaciones porque queremos trabajar. Queremos un mercado justo, leyes claras y que todos tributemos el mismo porcentaje”.
“Sensibiliza cuando uno ve la preocupación de los trabajadores que por esta incertidumbre no saben si el mes que viene van a poder llevar el plato de comida a la casa. Es muy angustiante”, concluyó el directivo.