Pericias a Sabag Montiel por atentado a CFK: “Es más simple de lo que todos creen”

El atacante fue entrevistado por un grupo de expertos que hicieron su perfil psicológico y criminológico. “Esto es un aprendizaje”, afirmó

“El acto fue simple. Es más simple de lo que todos creen: no me dijo nadie. No tiene tanta mística, yo estoy muy tranquilo ahora”. Con estas palabras, Fernando Sabag Montiel describió lo que pasó en la noche del 1° de septiembre, cuando apuntó una Bersa calibre 32 hacia la cara de la vicepresidenta, Cristina Kirchner. Aunque siempre se negó a declarar, la confesión fue hecha ante los psicólogos, psiquiatras y médicos legistas que hicieron su perfil criminalístico. Los expertos describieron a “Nando” como una persona llena de “pedantería” y “vanidad”. Es más: se siente Nelson Mandela por su condición de preso político.

Los expertos, sin embargo, encontraron un Sabag Montiel con “pedantería y la vanidad” de quien asume haber llevado adelante el atentado, con un “discurso engorroso, extravagante y tedioso”. Es claramente un “narcisista” que buscaba “impresionar”, añadieron.

“Nando” entendió perfectamente la criminalidad de sus actos, dicen los psicólogos del Ministerio Público. “El sujeto conoce la prohibición de la norma y que no la cumple por estar convencido de su acto, hacer justicia”, señaló el informe. Es que, añadieron, Sabag está convencido de que es posible cometer un delito para lograr justicia.

Dijo frases como “ajusticiar a una chorra” y “provocar una reacción en el pueblo”, como una manera de justificar su accionar. Entre las conclusiones de los especialistas, está la de que Sabag no pensó en las “consecuencias” de lo que iba a hacer. Eso no le interesó.

Su pensamiento, se señaló, tiene un curso normal con tendencia marcada a la disgregación. Tiene ideas fijas en temas de salud, con carácter hipocondríaco. En su relato alude a lo “mágico”. En la entrevista, Sabag sostiene que odia a la política. Y si bien cree en la “justicia divina”, entiende que él está pagando “por los errores de los demás y por los propios”. Se equipara con el líder sudafricano Nelson Mandela por su condición de recluso político.

Para mí estar acá es un aprendizaje para poder tener introspección y analizar. Esto es un aprendizaje”, dijo sobre estar en la cárcel. Y ahí relató lo ocurrido el 1° de septiembre: “El acto fue simple. Es más simple de lo que todos creen. No me dijo nadie. No tiene tanta mística, yo estoy muy tranquilo ahora”.

Ninguna de las palabras de Sabag Montiel en estas entrevistas tiene el valor de una declaración judicial. Sin embargo, servirán al Ministerio Público en un futuro juicio para pintar la personalidad del principal acusado. La defensa, sin embargo, observa. Todavía no jugó ninguna carta. Pero tiene bajo la manga el informe que hicieron dos psicólogas de la Policía Federal apenas el atacante fue detenido por militantes kirchneritas. Esa noche mostraba “ideas de tipo delirante” y un “relato confuso”.