Ausencia del Estado: Vecinos del parque Urquiza quieren pagar la seguridad privada

Ante la reiteración de robos por escalamiento en los edificios de barrio Martin y los continuos arrebatos en la vía pública, los vecinos del parque Urquiza solicitaron ante el Concejo Municipal autorización para instalar una garita de seguridad privada en un sector de ese espacio público, a la altura de Chacabuco y 3 de Febrero, y dijeron que se harán cargo del costo.

La modalidad de robos conocida como “hombre araña” se fue instalando en edificios de toda la ciudad. Pero en la zona del parque Urquiza donde, a pasos del parque Nacional a la Bandera, denuncian que se incrementaron de modo preocupante, como así también los arrebatos y robos a plena luz del día en el tradicional espacio verde.

Ante esa situación, y para tener cierta prevención, los residentes del lugar solicitaron al Concejo Municipal autorización para evaluar la posibilidad de instalar una garita que tenga personal de seguridad privada, puntualmente a la altura de Chacabuco al 1300.

Tras la demora en la tramitación de ese solicitud a través de un expediente que fue presentado hace varios meses en el Distrito Centro Antonio Berni , el planteo ahora fue canalizado por la concejala socialista Verónica Irizar en la habitual reunión de los miércoles de la comisión de Gobierno.

La edila expuso que, “tras una serie de robos con la modalidad hombre araña, los vecinos propusieron poner vigilancia privada y, como son varios edificios y pueden hacer frente a los costos, solicitaron un espacio de tierra en el parque Urquiza”.

Mientras, Caren Tepp (Ciudad Futura), titular de la comisión, sugirió que el pedido se debía hacer ante el Ejecutivo. Por su parte la edila María Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) recordó que “en su momento se había regulado lo relacionado a la colocación de garitas para seguridad en espacios públicos a partir de una ordenanza que había presentado con el ex concejal Héctor Cavallero”.

Ausencia policial

Pero la problemática no se circunscribe solo a la colocación de un puesto de vigilancia privada. Según la Vecinal Monumento, la situación de inseguridad empeoró. “Desaparecieron los policías caminantes. Hace tres años tuvimos reuniones para que haya más presencia en el parque Urquiza, pero desapareció; tampoco hay un plan de cuadrantes, y en vez de mejorar fuimos de mal en peor”, advirtió una referente de la agrupación.

En ese sentido, y en relación a la garita, expresó que “ayudaría, pero no es solo eso. Vienen sucediendo hechos con mucha violencia en el parque, como en toda la ciudad, no es algo atípico”. Igualmente, remarcó que preocupa lo que ocurre con “el puente (que atraviesa avenida Pellegrini al sur y conecta por calle Beruti al barrio República de la Sexta) que permite una fácil la salida”. Así, hizo referencia a la utilización de esa pasarela como vía de escape de los delincuentes.

“La verdad es que estamos cansados. ¿Cómo puede ser que los vecinos lo veamos, hagamos los planteos y no existan las soluciones? Si no hay un plan de cuadrantes y de fuerte presencia policial en las zonas donde escala la inseguridad, no vamos a combatirla de ninguna forma. Si bien en algún momento el tema de la garita se discutió pero no nos parecía la solución, hoy por desesperación pensamos en una presencia constante para ayudar”, describió con preocupación.

Arrebatos a los alumnos

Otro costado alarmante es el que involucra a las instituciones educativas, ya que muchos alumnos de las escuelas de la zona (Politécnico o Nacional Nº1) son víctimas de robos de celulares y arrebatos en el parque Urquiza, un espacio que eligen para tomarse recreos entre actividades. Frente a ese panorama, es una constante la cadena de mensajes entre padres, docentes y preceptores para que adviertan a los adolescentes.

Mientras el requerimiento de los vecinos continúa en estudio en el Concejo, quienes utilizan el parque para esparcimiento o momento de descanso vienen denunciando distintos hechos de inseguridad que requieren más que la presencia de un vigilante privado.

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Reglamentadas desde 2014

En junio de 2014 y bajo la intendencia de Mónica Fein, la Municipalidad reglamentó la ordenanza Nº 8.920 que regula el funcionamiento de las agencias de seguridad privada en Rosario. Entre las exigencias, se estableció que para instalar una garita o casilla de vigilancia en la vía pública se deberá contar con el apoyo del 80 por ciento de los vecinos en un radio de cien metros de la ubicación proyectada.

En ese momento se pensó como un mecanismo de participación ciudadana, similar al registro de oposición instrumentado hace ya unos años para que los ciudadanos opinen, a favor o en contra, de la habilitación de bares, boliches y salones de fiesta cerca de sus domicilios.

La norma había sido sancionada por el Concejo en 2012 a partir de un proyecto presentado por Cavallero (PPS). Entre los requisitos que se exigen a las agencias en el apartado de las garitas, figura contar con la conformidad expresa del 80 por ciento de los vecinos que se encuentren en un radio de cien metros de la ubicación proyectada.

También se pide la conformidad del propietario frentista de la vereda donde se proyecta la ubicación. Las casillas deben tener conexión eléctrica habilitada por la Empresa Provincial de la Energía (EPE), y se establece un lugar donde el personal pueda utilizar el baño, con conformidad expresa del dueño. No podrán contar con servicio sanitario fijo ni baño químico.

Las garitas deben estar pintadas de gris, y no pueden exhibir en su exterior ningún tipo de publicidad. En un lugar visible debe el beneficiario del permiso de ocupación de la vía pública, teléfono, nombre y DNI del vigilador de turno.

Se prohíbe su instalación en ochavas, y en sectores delimitadas para el ascenso o descenso de pasajeros del transporte público. Un punto que puede ser problemático para el planteo de los vecinos del parque Urquiza, aunque podría plantearse una excepción, es que tampoco pueden ubicarse entre bulevar Oroño, Pellegrini y el río Paraná y sobre las avenidas y calles de la costa.

Nocturnidad

En la reunión de la comisión de Gobierno, entre otros temas, también se acordó que el miércoles próximo, y en el marco de la mesa de trabajo para consensuar una ordenanza sobre nocturnidad, se recibirá a los vecinos de barrio Pichincha, un sector donde se plantean múltiples quejas por la ocupación y avasallamiento del espacio público de parte de los locales gastronómicos.

Desde que ese sector de la ciudad se convirtió en un polo gastronómico y de esparcimiento nocturno, los vecinos vienen exponiendo reiteradas quejas por los ruidos molestos fuera del horario permitido, descontrol del estacionamiento, entorpecimiento de veredas con mesas y sillas, ocupación de la acera con corralitos, higiene urbana, y reiterados hechos de violencia con cuidacoches y robos en los vehículos.