Ayer en el Concejo de Rosario hubo un sinceramiento de que las últimas medidas fueron un desastre para la nocturnidad en nuestra ciudad. Un ejemplo es el alcohol cero y las medidas en bares – confiterías.

Con una reunión ampliada de la comisión de Gobierno del Concejo Municipal, ayer abrió una primera instancia para analizar los proyectos que buscan modificar, complementar o directamente reemplazar la ordenanza Nº 7.218 que la regula la vida nocturna en la ciudad.
La primera en exponer fue la concejala Daniela León . “A veces los chicos prefieren esos lugares porque no quieren ir a los boliches, ya sea porque no les gustan o hay mucha gente. Y la situación económica también golpea. Hay que buscar alternativas que garanticen la diversión de los jóvenes que no pueden pagarse la entrada a una confitería”, sostuvo León.
Según expuso la concejala, hay un vinculación directa con inseguridad. “A partir de la ordenanza de alcohol cero los chicos salen a pie, pero no hay servicio de transporte de colectivos y taxis por la noche. Es una demanda real, no hay servicios. Debemos tener una visión para darle a la nocturnidad no solo una normativa relacionada a los locales y las categorías, sino a lo que pasa en la calle”.
En ese sentido, propuso la figura del alcalde nocturno, como una especie moderador y observador. “Hace 10 años los chicos se quedaban en la calle. Proponemos la figura del alcalde nocturno ligado a la seguridad, que pueda observar qué pasa, estar presente, que los jóvenes no se sientan solos, que tengan a quien acudir; que mire y vea qué ocurre”.
Queda en claro que el apresuramiento de algunas medidas jugo en contra de la ciudad.
León avaló la idea de locales de eventos múltiples. “Hay que volver a esa iniciativa y no ser tan rígidos, generar diversidad para atraer y tener a los chicos en nuestra ciudad”, planteo ante la migración de los jóvenes hacia ciudades cercanas.