La vicepresidenta tomó distancia de la fórmula que integra luego que la Superintendencia de Servicios de Salud autorizara a las financiadoras a subir 13,8% la cuota en diciembre. “Afecta a las familias argentinas en un servicio imprescindible”, reclamó Cristina Kirchner.

La autorización del Gobierno a un nuevo aumento a las cuotas de medicina prepaga abrió un nuevo capítulo en la interna del Frente de Todos por la política de precios. Esta vez, Cristina Fernández de Kirchner apuntó duramente contra el incremento que regirá a partir de diciembre, que tendrá un impacto directo en la inflación, luego de haber reclamado semanas atrás una mayor intervención en el mercado de las empresas alimenticias.
“Resulta francamente inaceptable el nuevo aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%), que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga, y que de esta manera suman el 114% anual de aumento otorgado. O sea, más de un 20% sobre la inflación anualizada”, disparó la vicepresidenta a través de su cuenta de Twitter.
En tanto, la vicepresidenta señaló que “oportuna y reservadamente” su espacio dentro del Frente de Todos ya había manifestado su posición contraria a conceder aumentos que impactan directamente contra el bolsillo de las familias “en un servicio imprescindible como el de la salud y que además agrava al proceso inflacionario”.
El reclamo se da en el marco de una fuerte aceleración de la inflación, que apunta a cerrar en torno al 100% este año con una fuerte incidencia de los alimentos pero con servicios “regulados” que volvieron a activarse. Uno de ellos, además de los servicios de luz y gas por ejemplo, es el de las prepagas. Esto significa que el Gobierno puede decidir entre mantener congelados los precios o liberarlos.
De hecho, este año se dispuso un índice elaborado por la Superintendencia de Servicios de Salud en base a los costos de las prestaciones para actualizar bimestralmente los valores de los distintos servicios. Esto se implementó ante la amenaza de las empresas de medicina prepaga que afirman tener un retraso del 20% en sus cuotas respecto a los costos.
Por su parte, desde el kirchnerismo presionan al Gobierno, y en particular al ministro de Economía Sergio Massa, por una política más combativa con las empresas para frenar la inercia inflacionaria. A finales de septiembre, por caso, Cristina Kirchner pidió una “intervención más precisa y efectiva” en el sector de las alimenticias ante el aumento de la indigencia que había informado el Indec.