Las cuatro entidades del campo se reúnen en Santa Fe

Será este sábado para conmemorar “El grito de Alcorta”, en medio del rechazo a la creación de fideicomisos para el trigo y el maíz.

La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, (CEEA), convocó a una asamblea de dirigentes el sábado 5 de marzo, en el monumento conmemorativo de “El Grito de Alcorta”, en la provincia de Santa Fe, ante “la extrema situación” que atraviesa el sector. 

Los presidentes de la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales, Coninagro, y Federación Agraria se harán presentes en la Ruta 90, km 78, en la localidad de Alcorta, donde tomarán contacto directo con los dirigentes de base, a fin de evaluar los actuales problemas “y definir el accionar gremial de cara a los próximos meses”. 

“Son tiempos en que atravesamos una angustiante situación productiva y climática, con graves consecuencias económicas y sociales, que se suman a los graves problemas preexistentes e irresueltos”, destacó la CEEA a través de un comunicado. 

Si bien desde los estados provinciales y el Nacional “se han dado algunos paliativos, la condición de muchos de nuestros representados es crítica, y la ayuda llega tarde y mal, o no llega, aún en situaciones de suma urgencia”. 

Por todo esto, desde la Comisión de Enlace “convocamos a los dirigentes a esta asamblea, para delinear las acciones a seguir”, destacó el comunicado. 

“El Grito de Alcorta” evoca a la rebelión que llevaron adelante de pequeños y medianos arrendatarios agrícolas en 1912, durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, en esa localidad de sur de la provincia de Santa Fe, y luego se extendió por toda la región pampeana, que marcó la irrupción de los chacareros (mayoritariamente procedentes de inmigrantes europeos, especialmente italianos y españoles) en la política nacional del siglo XX, dando origen además a la actual Federación Agraria Argentina. 

Ahora, los integrantes de la CEEA han expresado su rechazo a la creación de “fideicomisos” que les aseguren a los molinos precios bajos del maíz y el trigo, tanto para alimentar cerdos y pollos, como para producir productos panificados y fideos. 

El gobierno cerró el miércoles un acuerdo con las empresas molineras para garantizarles 800.000 toneladas de trigo a bajo precio, ante el aumento de la cotización, como reflejo de la invasión de Rusia a Ucrania, ambos países productores de este cereal.