Pese a la profunda crisis que atraviesa el país –una década de estancamiento económico, más de la mitad de los chicos en situación de pobreza, la perspectiva de llegar a 100.000 muertos por coronavirus-, la dirigencia política -oficialismo y oposición- debaten sus internas y aspiraciones electorales poniendo en primer lugar de sus agendas los comicios.

Los políticos de turno tienen una agenda propia que no incluye los pedidos de la población.
En la Casa Rosada se entusiasman con el avance de la recuperación económica. “Argentina es uno de los países que más creció en el mundo en materia de industria” señaló esta semana el ministro de Producción, Matías Kulfas. También a tono con las buenas noticias, desde el Ministerio de Trabajo señalan que está mejorando el empleo y el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán sostiene que están dadas las condiciones para que baje la inflación.
El dato irrefutable es que en los últimos años se perdieron 100.000 empresas.
Los operadores más experimentados del mercado de cambios observan como una señal preocupante el repunte verificado en el dólar blue en los últimos días. Se atribuye a que se anticipó la desconfianza pre electoral. “No es de extrañar que el blue sea el destino de parte del aguinaldo”, explican en la City.
Si bien, a nivel oficial se minimiza la importancia del blue por considerarlo un mercado pequeño, el impacto que tiene la suba es más perjudicial que el volumen de dólares que mueve. “Es un termómetro que alerta a todos de que algo malo pasa con la economía”, explican los operadores y señalan que una de las consecuencias es que alienta suba de precios “por las dudas”.
El repunte de los dólares alternativos fue en sentido contrario al freno que el Banco Central viene poniendo al tipo de cambio oficial. En las últimas ruedas redujo la devaluación a cerca de 15%, es decir la tercera parte del aumento que proyectan las consultoras privadas para la inflación (cerca de 45%).
Para algunos economistas el tipo de cambio oficial no esta muy desalineado. Señalan que juega a favor del fortalecimiento del peso la suba en los precios de las materias primas y la apreciación del real brasileño (de cotizar a casi 6 reales por dólar bajó a menos de 5).
El tipo de cambio actual se aproxima al promedio histórico. El dólar, a precios de hoy, llegó a un pico de 180 pesos con la salida de la Convertibilidad hacia 2002, según datos de la consultora Anker, de donde el blue a los 175 pesos actuales se estaría ubicando en niveles muy elevados.
Para otros analistas, en cambio, el promedio histórico del tipo de cambio no refleja un nivel apropiado (como demuestra el estancamiento de la economía en la última década) y advierten que no es de extrañar que de ahora en más se den presiones sobre el mercado.
Con todo, en el Gobierno confían en que con la recomposición lograda en las reservas en divisa en poder del Banco Central –las netas rondan los 6.800 a 8.600 millones de dólares, según distintas mediciones privadas- y el diferimiento de los pagos a los organismos multilaterales de crédito se podrá llegar a las elecciones sin mayores sobresaltos en el frente cambiario.
Con el superávit comercial estimado para este año en 8.200 millones de dólares y los 4.300 millones de dólares que ingresarán por la ampliación de los Derechos Especiales de Giro “la plata está” según el economista Leonardo Chialva.
El problema de la desocupación es particularmente grave entre los jóvenes. El porcentaje de los llamados ni-nis -es decir quienes ni estudian ni trabajan-, promediaba un 15%. En el segundo trimestre del año pasado esta tasa se disparó hasta un 22%, señala IDESA, en parte por quienes desistieron de buscar trabajo por las condiciones adversas y, por otro lado, quienes no pudieron continuar sus estudios de manera virtual.
Los empresarios responsabilizan por la falta de creación de empresas y de trabajo al Gobierno y en temas laborales también a los sindicatos que, acusan, están más preocupados por mantener sus actuales afiliados que en ensanchar el empleo.