El desprendimiento de este material libera una enorme cantidad de microplásticos y basura que termina en las aguas del río Paraná, causando un daño ambiental de gran escala.
Al mismo tiempo, los ecologistas sostienen que la guardería cuenta con recursos necesarios para reemplazar este material contaminante de inmediato y detener el daño que lleva años perjudicando a nuestro río.
"Este mensaje es también un informe a la ciudadanía, para que todos sepamos quién está afectando nuestras costas y cómo podemos exigir un cambio".