Qué es la explosión de una supernova
Este espectáculo galáctico se debe a la característica particular que tiene la estrella denominada como "T Coronae Borealis" (TCrB). Es una estrella denominada "binaria", porque tiene dos componentes: una "gigante roja" y una "enana blanca". La gigante roja libera energía que la enana blanca absorbe de manera permanente. Las "enanas blancas" han agotado su energía y por lo tanto absorben la de las demás.
Esto es lo que pasa en "T Coronae Borealis" cada 80 años y esto se cumple este año. En un momento, la gigante roja estará tan cerca de la enana blanca que se producirá una explosión termonuclear. Esa deflagración liberará una energía que se verá en el espacio como el estallido de una estrella.
Ese fenómeno es el que podremos obserbar desde la Tierra. Hay que estar atentos porque, sino, tendremos que esperar otros 80 años.
Corre riesgo la Tierra por la explosión de una estrella
Un elemento fundamental para poder ver este espectáculo cósmico es que, justamente, no suponga un peligro para la vida sobre la Tierra. Afortunadamente, "T Coronae Borealis" está a 3.000 años luz de distancia. O sea para llegar hasta allí deberíamos viajar 3.000 años a la velocidad de la luz (300.000 km por segundo). Algo imposible para algo que no sea la propia luz. Esa distancia tan enorme es la garantía que tenemos para poder preparanos para un espectáculo visual único sin temer por nuestra vida en una orilla de la Vía Láctea.
Por este proceso, la estrella está aumentando su brillo. Durante décadas sólo se pudo ubicar a través de un telescopio. Pero ahora, la estrella ha aumentado tanto su tamaño que ya es visible, incluso a simple vista. Por lo tanto, cuando explote, será un acontecimiento como observar un estallido lleno de luz en un rincón del espacio.
La NASA asegura que cuando el brillo alcance su punto máximo, será visible con solo levantar la mirada al cosmos durante varios días. Y luego, con binoculares durante una semana. Entonces, el brillo se debilitará por otras ocho décadas. Pero como desarrolla una enorme energía, la contemplaremos asombrados. En su núcleo se genera una calor que se calcula es entre 100 y 200 millones de grados Celsius y en pocos segundos.
La única mala noticia la dejamos para el final: sólo será visible en el Hemisferio Norte. Para quien tenga la suerte de viajar al otro lado del Ecuador, deberá seguir a la estrella más brillante de la constelación de la Osa menor. Polaris, su estrella más brillante, lo llevará hasta la constelación de "Hércules". Sobre su cabeza, se encuentra la "Corona boreal" que se robará todas las miradas. Del arco que forma, provendrá la gigantesca explosión con su luz inmensa.
Para los que estamos en el Hemisferio Sur tenemos un premio consuelo. La NASA con el telescopio James Webb nos mostrará paso a paso la explosión y como quedará grabado, podremos verlo cuantas veces querramos.