Como DT conquistó el Metropolitano con el “León” de La Plata en 1982, y logró reconocimiento internacional al comando de la Selección Argentina entre 1983 y 1990. En el conjunto nacional, el “Narigón" fue campeón del mundo en México 1986, finalista en Italia 1990, y dejó un legado inmenso en la historia del fútbol argentino.