“Estábamos tranquilos en la playa y escuchamos lo que pensamos que eran cohetes. Cuando alguien grita ‘bala, bala’ y a metros mío veo a alguien agachado tirando tiros”, declaró uno de los hinchas que sufrieron el ataque.
La Policía Civil de Río de Janeiro señaló en una nota que ha abierto diligencias para "esclarecer la autoría del crimen", por el que hasta el momento nadie ha sido detenido.
"Racing Club manifiesta su profunda preocupación por el robo y agresión con armas de fuego del que fueron víctimas Gabriel Gago y Cristian Pagani, hinchas de nuestra institución, esta tarde en una playa de Barra de Tijuca. La dirigencia que acompaña a la delegación ya se ha puesto en contacto con autoridades del consulado argentino en la ciudad para el seguimiento del caso y la asistencia que los damnificados pudieran necesitar, a quienes les deseamos una pronta recuperación y manifestamos nuestra plena solidaridad", indicó el club de Avellaneda en un comunicado oficial.

"Asimismo, Racing Club refuerza la necesidad de medidas para reducir el riesgo de situaciones como la sucedida, sobre todo las que deben estar a cargo de los organismos de seguridad locales. Este jueves, los hinchas serán trasladados al estadio de la final en forma conjunta, ya que los paquetes con entradas se vendieron con el traslado incluido en prevención de incidente.", completó.
Los incidentes con hinchas argentinos en Brasil se transformaron en una constante en los últimos años. En 2023, también en Río de Janeiro, cuando Boca enfrentó a Fluminense en el Maracaná por la final de la Copa Libertadores, los fanáticos boquenses la pasaron mal. Los primeros focos se dieron en el metro que comunica la zona céntrica de Copacabana con las adyacencias del mítico estadio que es un símbolo de la ciudad carioca. Según contaron los hinchas en aquel entonces, un grupo de torcedores del Flu se bajó de unos micros y comenzó a atacar a todos los que llevaran camisetas azules y amarillas.
"Los retenes te dejan adelante y cuando viene la policía te pegan palazos", le dijo a Clarín un hincha que viajó desde Merlo, San Luis. Eso es lo más grave. En muchos casos, no se trata de simples hechos de violencia o inseguridad como los hay en muchas partes del mundo, sino que la policía actúa en complicidad con los agresores.
El año pasado, en tanto, hubo un episodio similar al que sucedió con los hinchas de Racing. En este caso, en Belo Horizonte, cuando River visitó a Atlético Mineiro por las semifinales de la Copa Libertadores, dos simpatizantes del Millonario sufrieron un robo y una golpiza. "Eran chicos de González Catán. Se habían separado cinco chicos y una chica, fueron a comprar algo. Lamentablemente los interceptaron entre 20, a uno le rompieron el tabique pero está bien", dijo Santiago Poblet, dirigente del Millo.
También sufrió algo similar Independiente en la final de la Copa Sudamericana 2017 e hinchas de Argentinos Juniors y San Lorenzo, como los casos más recordados. La violencia escala y, lamentablemente, la situación parece ir cada vez a peor.