La Selección Argentina empató 1-1 con Brasil y no pudo consagrarse en el Sudamericano Sub 20, que se definirá en la última fecha. La Albiceleste, liderada por Echeverri, fue más que una Verdeamarela violenta que aprovechó un muy mal arbitraje de Mathías De Armas. El Diablito picó un penal para el 1-0 parcia y luego salió lesionado.

El equipo de Diego Placente, invicto en el certamen y ya clasificado para el Mundial de Chile, llegaba a este partido con 9/9 en el hexagonal final, la misma puntuación que la Verdeamarela, que había dejado atrás el humillante 0-6 de la primera fecha ante este mismo rival.

Quizás con este antecedente fresco, Brasil respetó mucho a Argentina, que desde el inicio se hizo cargo del partido, dominando el balón y jugando en campo contrario. El Scratch, además, tenía (tiene) el 'hándicap' de la diferencia de gol, por su +4 (contra el +3), por lo que una igualdad lo dejaba mejor parado de cara a la jornada del domingo.

Con Claudio Echeverri como emblema, la Albiceleste empezó a buscar el arco rival, y si no pudo romper el cero en los primeros minutos, fue por imprecisión en la definición o por buenas respuestas del arquero Felipe Longo.

Pero el propio Diablito, siempre activo y asociativo con Hidalgo, Subiabre y Carrizo, los otros atacantes del elenco rioplatense, se encargó de firmar una obra de arte al hacerse cargo de un penal que le cometieron a Julio Soler y picarla con total sutileza (40').

A partir de ese momento, Brasil, que se había dedicado a esperar a Argentina, cediendo toda iniciativa y sucumbiendo ante altos niveles individuales y colectivos, cambió el modus operandi y propuso un juego áspero, de mucha pierna fuerte.

En los primeros minutos del complemento, la dinámica no se modificó, e incluso la Albiceleste pudo ampliar su ventaja, pero con el correr de los minutos, ante la necesidad de hacer un gol para seguir con vida en el certamen (el primer criterio de desempate era partido entre sí, así que el ganador de este match se coronaba), la Verdeamarela empezó a agarrar la pelota.

La primera y única chance clara del elenco dirigido por Ramon Menezes fue el gol, convertido a los 78 minutos por Rayan, tras un gran pase Igor Serrote. Jeremías Martinet cuidó mucho el primer palo y, sin tanto ángulo, el atacante brasileño le convirtió en el segundo, estampando el 1 a 1.

Poco antes, Echeverri había salido lesionado, en una imagen que de por sí preocupaba para la última fecha, frente a Paraguay, pero también incidió en el ánimo albiceleste para el tramo final del cotejo, donde no pudo tener chispa en ofensiva y terminó entrando en lo que proponía el rival.

Los minutos finales tuvieron el componente emotivo de que un empate dejaba a ambos con chances, pero cualquier triunfo consagraba a uno -y 'condenaba' al otro-. Aunque intentaron, con empuje y algunas transiciones luchadas, ningún equipo estuvo cerca del segundo. La pierna fuerte se hizo norma y el partido subió en temperatura, como suele pasar en este clásico.

En definitiva, fue empate 1-1 en el Estadio Brígido Iriarte de Caracas, donde el próximo domingo se definirá el título: Argentina, que extendió su invicto en el certamen (5 triunfos y 3 empates) enfrentará a Paraguay, ya clasificada, y Brasil hará lo propio ante Chile, ya eliminada pero participante del Mundial por ser anfitrión.