En un partido electrizante, Newell's se terminó quedando con un empate con sabor a poco frente a Deportivo Riestra. Fue 3-3 en el estadio Guillermo Laza por la fecha 16 de la Liga Profesional.
El equipo de Lunari se puso 2-0 arriba en el primer cuarto de hora con los gritos de Mateo Silvetti y Éver Banega, de penal. Y además jugó con uno más durante casi 80 minutos por la roja a Pedro Ramírez.
Sin embargo, el Malevo lo empató antes de irse al descanso en una ráfaga con un doblete de su goleador Jonathan Herrera, el primero de penal tras un penal de Ángelo Martino. Al final, el pibe Silvetti hizo el 3-2 pero Riestra lo volvió a igualar con una volea de Nicolás Benegas.
La tarde no podía empezar mejor para la Lepra. Tras un yerro del arquero Arce al querer salir a cortar un centro llovido, Juanchón García se la bajó de cabeza a Mateo Silvetti y el pibe la empujó de zurda al gol con el arco libre, cuando iban apenas 7 minutos de juego. Fue el primer grito del juvenil en la máxima categoría.
El equipo de Lunari se puso en ventaja prácticamente desde el vestuario pese a que en el comienzo pasó un par de sobresaltos con pelotas detenidas que cayeron al área de Ramiro Macagno.
Y con mucha facilidad amplió la diferencia en otra jugada de balón parado: Juanchón volvió a ganar de cabeza, al guardameta se le escurrió entre las manos y el defensor Pedro Ramírez –fue expulsado en esa jugada– le hizo penal al Colo, que había capturado el rebote.
Tras aquel disparo errado del delantero uruguayo ante Racing, esta tarde el capitán Banega se hizo cargo y lo canjeó por gol –el primero desde s. regreso al club– con un potente y preciso derechazo al ángulo derecho de Arce, que se arrojó hacia el lado opuesto. Casi sin despeinarse, Newell's estaba 2-0 arriba y con un jugador más.
En un contexto sumamente favorable, con dos goles de ventaja y además jugando once contra diez por la roja, el conjunto rojinegro tuvo espacios y posibilidades para volver a convertir. La más clara se la perdió Armando Méndez, tras un centro rasante de Ramírez que el lateral derecho erró solo y de forma insólita casi al borde del arco.
De esa jugada en la que los rosarinos pudieron ponerse 3-0 arriba, Newell's entró en una zona de turbulencia y confusión que le costó carísimo.
Primero, el equipo de Cristina Fabiani descontó con un grito de penal de su goleador Jonathan Herrera, luego de una sanción polémica del árbitro Rey Hilfer a instancias del VAR, que vio falta de Ángelo Martino sobre Antony Alonso –hubo contacto– en una acción en la que fueron a disputar la pelota.
Antes de que la Lepra pudiera asimilar el cachetazo, Riestra olió sangre y advirtió que era su momento. Y en la siguiente jugada, con los de Lunari desconcertados, sin marcar y mirando el balón pasar, Herrera le ganó de cabeza a Méndez por el segundo palo y puso el 2-2 antes del final de la primera parte.
Newell's mostró dos caras en el Bajo Flores. Fue un equipo cuando atacó porque, a diferencia del debut de Lunari con Tigre, tuvo más peso en el área con el doble nueve y un poco más de profundidad. En cambio, defensivamente el partido le costó y no dio garantías, ya que el Malevo lo complicó sin hacer grandes esfuerzos.
Ejemplos de esa dualidad fueron el remate al travesaño de Silvetti, tras un desvío en un jugador rival, y un gol increíble que se perdió García en el rebote. Pero también llegadas muy serias de Riestra: Macagno tuvo que salir a cortar fuera del área cuando Herrera llegaba casi mano a mano y en otra lo salvó el palo. El medio fue una zona de paso.
Otro aspecto negativo para la Lepra fue que, incluso después de la reacción de Riestra, no logró tomar las riendas del juego por completo ni llevarse por delante al equipo del Ogro aprovechando la superioridad numérica. El dominio fue repartido, pese a que tuvo más la pelota que el rival por razones lógicas.
El final guardaba más emociones en la cancha de Riestra. A los 47 minutos, el pibe Silvetti apareció en soledad dentro del área para poner a la Lepra 3-2 arriba y parecía que los rojinegros, después de todo, se iban a llevar los tres puntos a casa.
Sin embargo, en la siguiente jugada el local volvió a empatar el encuentro en una pelota detenida. El arquero Arce fue a buscar la heroica de cabeza y lo consiguió: peinó el balón y Benegas, con una espectacular volea, logró una milagrosa igualdad para el Malevo, que jugó casi todo el partido con diez.
Un resultado difícil de explicar para Newell's, que tuvo absolutamente todo a su favor para no dejar escapar la victoria. Los errores y las desconcentraciones lo dejaron con un sinsabor en la segunda presentación de Lunari en el banco.